Considero que nos cuesta ser autodidactas por dos razones principales:
- Una, que no tenemos un verdadero interés por aprender aquello que decimos querer aprender,
- y dos, que no hacemos nada por eliminar los distractores ni la resistencia al aprendizaje.
Y entonces nos decimos que queremos aprender a tocar la guitarra, pero la guardamos envuelta en un paño y dentro de su estuche y hasta arriba del closet.
Y hoy que tengo tiempo, pues qué flojera bajar la guitarra, sacarla de su estuche, quitarle el paño y todavía hay que afinarla… y entra un mensaje de que alguien le dio un like a la foto de la torta de tamal que me comí hace un rato y pues mejor mañana porque ahorita ya me ocupé.
Y cuando por fin nos decidimos y nos sentamos, nos damos cuenta de que no es tán fácil cambiar las pisadas entre acorde y acorde o que además de aprender el lenguaje de programación, también debo de aprender a usar el editor y sobre algoritmos computacionales y en este punto nos desesperamos y abandonamos la idea por otra que creemos más simple, que tampoco llevamos a cabo porque todo tiene su dificultad, si queremos dominarlo.
Existen algunas técnicas para comenzar a aprender, ver resultados y no frustrarnos:
- Kaizen, el método fácil para comenzar a cambiar tus hábitos
- La regla de las 5 horas para aprender
- Aprende en 20 horas cualquier cosa que quieras
Por otro lado, además de la falta de interés verdadero, tal vez no podamos contemplar el panorama futuro: si aprendo un segundo idioma, me será más fácil aprender un tercero porque ya tengo desarrolladas mis técnicas de estudio y porque mi cerebro ya tendrá también desarrolladas las conexiones neuronales necesarias.
Si desde pequeño aprendo a correr un auto tipo cart, podré competir en Fórmula 1 o si aprendo a tocar un instrumento, y aprendo sobre teoría musical, podré tocar casi cualquier otro con un poco de práctica adicional.
Y también, como no tenemos el interés, nos cuesta mucho invertir el tiempo y esfuerzo de práctica necesario para dominar lo que sea que intentamos aprender.
Quiero aprender a cobrar los tiros libres como Messi, pero no quiero dedicarle tres a cuatro horas diarias de práctica al fútbol. Qué flojera. Y prefiero entonces ir todos los fines de semana al estadio a ver cómo juegan los profesionales y a proyectar mis frustraciones y anhelos sobre sus fallas y aciertos en el campo.
Este texto lo publiqué originalmente como respuesta en Quora.